Homo Faber Fellowship:
José Luis Sánchez Expósito & Gonzalo García Cuevas
Bordado sacro - España

Maestro artesano: José Luis Sánchez Expósito, bordado con hilo de oro, España

Aprendiz: Gonzalo García Cuevas, Centro de formación profesional Dolores Sopeña, España

Un dúo que comparte el mismo amor por las tradiciones religiosas y culturales de Andalucía y que mantiene vivo el legado del bordado con hilo de oro, plata y seda.

José Luis Sánchez Expósito empezó a bordar con hilo de oro para las cofradías cordobesas cuando solo tenía 16 años. Su actividad profesional continuó en Sevilla, donde creó su propio taller unos diez años después. José Luis se ha especializado en las técnicas de bordado de cartulina y hojilla. Gonzalo García Cuevas nació en Sevilla y desde joven le ha interesado la artesanía artística. Actualmente, su proyecto de reconversión profesional consiste en pasar de técnico farmacéutico a bordador de hilo de oro a tiempo completo.

Gonzalo: ¿Qué despertó tu interés por el bordado sacro?

José Luis: Me inicié en el bordado religioso como aficionado. Es verdad que soy católico, pero el tema me fue gustando cada vez más y comencé a plantearme cómo hacerlo de manera profesional. Por aquel entonces, buscaba un oficio que no me hiciera sentir atrapado en una rutina, no quería levantarme cada lunes por la mañana odiando mi trabajo, anhelaba todo lo contrario.

José Luis: ¿Y a ti?

Gonzalo: Me ocurrió algo similar. La Semana Santa siempre ha sido muy importante para mí porque soy creyente. Uno no ve mantos y túnicas sacras bordadas a mano todos los días, por eso creo que siempre me han cautivado, te diría que desde niño. Creo que ver tanto brillo y tanto dorado en los bordados los vuelven aún más llamativos. Con los años me fui interesando en cómo se hacían todas esas ornamentaciones. El hecho de pertenecer a una hermandad me permitió conocer a gente y descubrir esta técnica artesanal.

Gonzalo: ¿Cómo pasaste de ser un aficionado a montar tu propio taller de bordado?

José Luis: En mis épocas de aficionado y autodidacta, recibía encargos de algunas cofradías que confeccionaba después de mi trabajo. Por ello, decidí irme a Sevilla y buscar trabajo en algún taller de bordado. En uno me aceptaron y ahí empecé a formarme. Aproveché la oportunidad que tenía y dejé mi pueblo natal. Cuando recibí el encargo de confeccionar la túnica bordada para el Señor de la Sentencia de la Hermandad de la Macarena y además un manto de salida para la Hermandad del Nazareno de Castro del Río, decidí dar el gran salto. Necesitaba espacio y un año para confeccionar ambos encargos, entonces fue cuando decidí montar mi propio taller en Sevilla.

José Luis: ¿Has estudiado la técnica de bordado con hilo de oro?

Gonzalo: Curiosamente, no estudié nada relacionado con el arte o lo artesanal. En realidad, soy técnico farmacéutico, estudié en Sevilla, en el centro de formación Dolores Sopeña, que está muy cerca de mi hermandad. Siempre me he movido en la misma zona, ya sea por trabajo o por formación. El bordado sacro era más bien una afición.

José Luis: ¿Qué te llevó a cambiar de carrera?

Gonzalo: En realidad, un día fui a visitar tu taller para supervisar el trabajo que estabas haciendo para mi hermandad. Me encantó que tu amor por el oficio te llevaba a presentar como sencillas unas técnicas que eran sumamente difíciles y complejas. Siempre tengo algo que hacer para mi hermandad, por ello, poder combinar esas actividades con mi trabajo me parece maravilloso.

Gonzalo: ¿Cuál es el reto de utilizar unas técnicas tan antiguas?

José Luis: Debemos preservar las técnicas de bordado con hilo de oro para que los trabajos sigan teniendo la misma solera que antiguamente. A veces, cuando el objetivo principal es financiero, se pierde la esencia artesanal al tratar de buscar ciertos atajos. La tecnología ha favorecido todo lo artesanal, por ejemplo, ahora podemos utilizar una fotocopia en el bordado en vez de poner un papel de calco. El bordado no se puede aprender leyendo porque requiere una interacción humana, que los gestos se repitan una y otra vez, es algo vital para su preservación.

José Luis: ¿Qué piensas del proyecto de cocreación con estilo art déco?

Gonzalo: Me parece maravilloso. En mi hermandad, el paso de la Virgen María tiene un poco de estilo art déco. El hecho de venir a trabajar contigo es algo fantástico. Nunca he diseñado algo así, es un estilo que me llama la atención. Creo que, si lo aplicamos al bordado, lograremos algo curioso y bonito a la vez.

Gonzalo: ¿Dónde consigues el hilo de oro?

José Luis: En España, antes había dos fábricas, pero ahora solo queda una en Barcelona. Se llama Monforte. Todos los talleres de bordado compran allí el hilo de oro. Respecto a nuestro material, debemos diferenciar el oro fino del entrefino. El primero es plata bañada en oro, mientras que el entrefino es metal bañado en oro. En general, el cliente escoge el material en función del tipo de utilización que dará al producto y el presupuesto del que disponga.

José Luis Sánchez Expósito y Gonzalo García Cuevas componen uno de los 21 dúos de maestros artesanos y aprendices que han sido seleccionados para la primera edición de Homo Faber Fellowship.

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